El día 13 de diciembre de 2014 y en la sede de nuestra asociación, Eduardo Martín Pérez pronuncia una conferencia con el título de El Protectorado español de Marruecos.
Se da inicio al acto con la presentación del ponente a cargo de Javier Hidalgo, haciendo referencia a que es un gran aficionado a la Historia y al cariño que siente por nuestro pueblo.
Se da inicio al acto con la presentación del ponente a cargo de Javier Hidalgo, haciendo referencia a que es un gran aficionado a la Historia y al cariño que siente por nuestro pueblo.
Acto seguido, Eduardo comienza exponiendo que los orígenes del Protectorado se remontan a las conquistas realizadas por España en el norte de África durante el reinado de los Reyes Católicos con el fin de evitar nuevas invasiones de los ejércitos musulmanes, después de su expulsión en el año 1492. En este reinado se conquistan las plazas de Ceuta, Melilla, Trípoli, Orán..., pero con motivo del descubrimiento de América los recursos militares se trasladan a ese continente, desatendiéndose estas plazas, por lo que poco a poco fueron sucumbiendo, quedando en poder de España solo las plazas de Ceuta, Melilla, las islas Chafarinas y los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas.
En 1885 las grandes potencias se reúnen en París con el fin de repartirse África y acceder a las materias primas de este continente, sin tener en cuenta sus fronteras naturales ni a sus habitantes. Por parte de España el mayor interés se centraba en el norte donde se encontraban sus plazas a defender. Con este y otros tratados Inglaterra obliga a Francia a repartirse Marruecos con España para evitar el exceso de poder francés.
En 1912 Francia estableció oficialmente un protectorado sobre Marruecos tras la firma del Tratado de Fez. A continuación la zona norte del país (RiF) y Sur (Sidi Ifni-Cabo Juby) fue adjundicada a España, que al año siguiente se oficializaría con la fundación del Protectorado español de Marruecos.
En 1912 Francia estableció oficialmente un protectorado sobre Marruecos tras la firma del Tratado de Fez. A continuación la zona norte del país (RiF) y Sur (Sidi Ifni-Cabo Juby) fue adjundicada a España, que al año siguiente se oficializaría con la fundación del Protectorado español de Marruecos.
España al hacerse cargo del protectorado lo divide en dos zonas: la parte occidental, con capital en Ceuta, y la oriental en Melilla.
Para administrar el Protectorado se nombra un alto comisario que controla toda la zona, asistido por una oficina de asuntos indígenas con la participación del sultán de Marruecos.
La zona del Protectorado español se encontraba habitada por los bereberes, pueblo aguerrido e independentista, que al moverse por este terreno tan abrupto hacía que la defensa del territorio fuese bastante complicada
El germen del conflicto, que daría lugar a una terrible guerra, se produce por el descubrimiento de unas minas de mineral de hierro a principios del siglo XX, que son explotadas por compañías españolas y cuyo mineral era exportado a través de Melilla.
Estas explotaciones son atacadas por tribus que colaboran con el sultán y España se ve obligada a recurrir al ejército destinado en Melilla para asegurar su funcionamiento. Esta intervención da lugar a una serie de enfrentamientos armados con las tribus bereberes, consiguiéndose establecer una línea de defensa en torno al río Kert, situado a 40 Kilómetros de Melilla. Con esta situación se terminan los enfrentamientos, estabilizándose la situación hasta 1920, en que el gobierno español se toma más en serio el problema y envía al general Fernández Silvestre a Melilla, siendo el alto comisario y jefe de todas las tropas el general Dámaso Berenguer.
En esta época el ejército español se encuentra en una situación difícil dada su escasa dotación de materiales: sin morteros, sin apenas aviación, con fusiles descalibrados, sin acompañamiento de marina, sin carros de combate...
Por contra el ejército de Abd el-Krim se encuentra perfectamente dotado y organizado. En esta situación Fernández Silvestre decide avanzar hasta Annual con solo 3.000 hombres, desconociendo la situación del ejército de Abd el-Krim.
Como consecuencia de esta falta de información y previsión se produce el consabido desastre, dada la desigualdad de fuerzas y medios, agravada por el suicidio del propio Fernández Silvestre y la desmoralización consiguiente que se produce en sus tropas, que provoca la pérdida del control y desbandada general, haciendo que se produjese una verdadera matanza en las filas del ejército español.
Posteriormente en menos de dos años se produce la reconquista del territorio perdido con un ejército moderno y bien pertrechado.
En la época de la dictadura de Primo de Rivera, éste trató de replegar al ejército desplegado en el interior del Protectorado a la costa.
Ante estas medidas, el teniente Coronel Franco, que mandaba la legión, junto con otros africanistas se opusieron, un tanto violentamente, a estas medidas. Primo de Rivera cedió y dejó al ejército en sus posiciones en el interior .
En abril de 1925 se produjo un ataque de las tropas de Abd el-Krim a la zona francesa y ello abrió las puertas a un entendimiento hispano-francés, que culminó el 8 de septiembre de 1925 con el desembarco de Alhucemas, en el que los franceses aportaron barcos y pertrechos.
En el año 1926 el territorio está totalmente consolidado y pacificado.
Se destaca que la reacción española en parte estuvo financiada por el pueblo español. En cada provincia se hizo una colecta y con estos fondos se compraron aviones, que en sus alas llevaban el nombre de la provincia que los financió, obligando de alguna manera al gobierno a implicarse en la defensa de ese territorio.
Posteriormente en el año 1956 el territorio perfectamente organizado se le entregó al rey Mohamed V, dándose por terminado el periodo del Protectorado.
Como consecuencia de esta falta de información y previsión se produce el consabido desastre, dada la desigualdad de fuerzas y medios, agravada por el suicidio del propio Fernández Silvestre y la desmoralización consiguiente que se produce en sus tropas, que provoca la pérdida del control y desbandada general, haciendo que se produjese una verdadera matanza en las filas del ejército español.
Posteriormente en menos de dos años se produce la reconquista del territorio perdido con un ejército moderno y bien pertrechado.
En la época de la dictadura de Primo de Rivera, éste trató de replegar al ejército desplegado en el interior del Protectorado a la costa.
Ante estas medidas, el teniente Coronel Franco, que mandaba la legión, junto con otros africanistas se opusieron, un tanto violentamente, a estas medidas. Primo de Rivera cedió y dejó al ejército en sus posiciones en el interior .
En abril de 1925 se produjo un ataque de las tropas de Abd el-Krim a la zona francesa y ello abrió las puertas a un entendimiento hispano-francés, que culminó el 8 de septiembre de 1925 con el desembarco de Alhucemas, en el que los franceses aportaron barcos y pertrechos.
En el año 1926 el territorio está totalmente consolidado y pacificado.
Se destaca que la reacción española en parte estuvo financiada por el pueblo español. En cada provincia se hizo una colecta y con estos fondos se compraron aviones, que en sus alas llevaban el nombre de la provincia que los financió, obligando de alguna manera al gobierno a implicarse en la defensa de ese territorio.
Posteriormente en el año 1956 el territorio perfectamente organizado se le entregó al rey Mohamed V, dándose por terminado el periodo del Protectorado.